Nota de la autora.

Este es un intento de biografía, de un personaje al menos curioso: Emilio Alonso Sarmiento.
Uno de los firmantes de la Constitución Española de 1978, Diputado por Baleares en tres legislaturas, Senador por Mallorca, miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del P.S.O.E - como Secretario de Finanzas, "Tesorero" - durante nueve años, y Conseller d'Ordenacio del Territori en la Preautonomia de Baleares.

sábado, 19 de marzo de 2011

04. “Esse est percipi”

Anne – Bueno, ya tengo el primer material listo referido directamente a tu biografía. Es el relativo a tus antepasados y a tu infancia.
Pero antes desearía transmitirte un par de preocupaciones, que tienen que ver con las posibles complicaciones, producto de la publicación casi automática en el Blog, de todo lo que vaya escribiendo sobre ti.
¿Has pensado en que nos pueden introducir todo tipo de comentarios en el mismo, desde los más ofensivos, hasta, espero, alguno que otro favorable? A mí no me preocupa. Nadie me conoce en tu tierra. Y muy pocos en España. Pero a ti, que has sido un personaje público durante muchos años, y que te debes cruzar a casi a diario con gente que te identifica con facilidad (encima llevas siempre la pipa en la boca) ¿no te molestará que tu vida pasada esté tan “a la vista”, y que cualquiera, igualmente de forma pública, pueda opinar sobre la misma?
No acabo de comprender del todo, esa necesidad de inmediatez de la publicación.

Emilio – No te preocupes. Si algo hago con persistencia en la vida, es reflexionar y preocuparme de todo y sobre todo. Así que ya he pensado a fondo en los posibles inconvenientes que planteas.
Todo aquel que publique algo, un libro, un artículo en prensa... y actualmente un Blog o una Página Web, o pensamientos y reflexiones en cualquiera de las llamadas “redes sociales”, está expuesto a recibir réplicas poco agradables. Son, podríamos decir, “los gajes del oficio”.

Anne – Bueno, sí. Pero al menos antes, a la publicación de un libro o de un artículo, había que responder con otro libro, con otro artículo, o con una carta escrita a mano o a máquina. Eso exigía un tiempo que, aún sin quererlo, obligaba a reflexionar. Pero ahora, en unos segundos, cualquiera te cuelga la respuesta en el Blog o en la Web. La lentitud inevitable del tipo de contestaciones en el pasado, llevaba a que las mismas fueran mucho más “elaboradas”. Pero la inmediatez de ahora, conduce a que las réplicas sean, o puedan ser, mucho más “groseras”, ya sea desde el punto de vista de la educación, de la “urbanidad” decía mi abuelo, como desde el de la corrección literaria.

Emilio – De acuerdo, ese es un riesgo añadido. Pero aun así, sigo creyendo en la necesidad de publicar, de hacerse uno visible a los demás. Es el Principio de Berkeley, “Esse est percipi”, que como habrás visto, coloqué sobre mi foto al inicio del Blog. “Lo que no es percibido, no existe”, o algo así. Referido en su día, claro está, a la física, a los fenómenos de la naturaleza. Pero que hoy se podría aplicar a Internet, “el que no está en la red, no existe”. Y además, tú los has escrito, ya sabes que yo practico ¿orgullo mal entendido? aquello de que “no ofende quien quiere, si no quien puede”.

Anne – En fin… si tú lo dices y te arriesgas, en unos días te envío lo que tengo sobre tus antepasados y tu infancia.

Emilio – Adelante Anne, no te preocupes.

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